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Señor Aldo Stellino
El hermoso frente del nuevo edificio.
Con el nombre de "Cervecería y Bar Florida", el señor Aldo Stellino acaba de instalar en la calle Humberto 1º. numero 354, uno de los establecimientos mejor montados de nuestra ciudad, y que ha de convertirse rápidamente en sitio de reunión familiar
Conocedor a fondo del negocio, el señor Stellino hizo reformar completamente el local que ocupa y lo amuebló de acuerdo a las nuevas tendencias de higiene, comodidad y estética, dándole al salón un atractivo y alegre aspecto, en consonancia con la excelencia del servicio y de las instalaciones, en las cuales se han empleado las máquinas más modernas.
En la Cervecería y Bar Florida, además del despacho de bebidas, café, etc., se ha montado una bien atendida sección destinada al servicio de lunchs despedidas y demostraciones, así como al servicio de comidas frías, lo que sin duda alguna viene a llenar una necesidad en nuestro ambiente social.
Elegante y estético interior.
El señor Stellino nació en Italia, llegando a la Argentina en el año 1911. radicándose en Buenos Aires para, ya en el año 1937, venir a Puerto Belgrano. Sus condiciones y capacidad en el ramo de hoteles, ya demostradas en su actuación en la capital federal, hizo que fuera designado administrador del Hotel de Puerto Belgrano, cargo que desempeñó hasta el mes de mayo de 1941, abandonándolo para instalarse por su cuenta en Punta Alta. Eligió el lugar más céntrico que le fue posible hallar, y abrió la cervecería y bar Florida en la importante calle Humberto 1°.
En sus actividades del establecimiento, es ampliamente secundado por su señora hermana, doña Carmen viuda de Macerano, que ha impreso al salón las huellas de su buen gusto y amabilidad.
El señor Stellino se casó con doña Rosa Ferraris, y del matrimonio nacieron los hijos Leo y Claudio.
Edificio ocupado por la familia Arrigoni y Pucci, en Punta Alta.
Los señores Guido Arrigoni y Lorenzo Pucci, fundaron en Bahía Blanca, por el año 1909, un taller mecánico dedicándose principalmente al ramo de bicicletas, entonces tan en auge como ahora. De Las bicicletas al automóvil no había más que un paso, y al introducirse este nuevo vehículo en la región, los señores Arrigoni y Pucci fueron unos de sus primeros impulsadores. En efecto, ya en 1910, cuando la empresa involucraba una serie de inconvenientes grandes, establecen una línea regular de transporte en automóvil desde Bahía Blanca al lejano Patagones.
Ya iniciados en el comercio del automóvil, se dedicaron de lleno al mismo y de su casa han salido muchísimos de los vehículos que se colocaron en nuestra ciudad a través de tantos años, siendo representantes en la actualidad de los automóviles "Hudson" y "Willys-Americar".
Para la debida atención y reparación de los coches, tiene la firma instalados modernos talleres en la calle Donado 70 al 74, ocupando el frente del edificio los salones de venta y exposición.
En el año 1938 entraron a formar parte de la firma antiguos colaboradores de la casa, siendo ellos los señores: José Maria Torrea, Luis P. Dominella y Ulpiano R. Sánchez, formados en la tradición de actividad y cortesía que los señores Arrigoni y Pucci supieron inculcar a su empleados.
La fotografía que insertamos corresponde a la agencia de Punta Alta, instalada en la calle Rosales 99, que está a cargo del señor Pedro González Blanco, que con su actuación y dinamismo ha sabido rodearse de generales simpatías en nuestra ciudad.
Y. P. F.
Vista general de la estación Y. P. F.
En la esquina que forma la Avenida Colón y la calle Rosales, o sea en uno de los lugares de mayor tránsito de Punta Alta, esta instalada la Estación de servicio "Y. P. F." de la cual acompañamos una fotografía en esta breve reseña. Diseñada la estación de acuerdo a las nuevas modalidades y exigencias del automovilismo, ocupa una amplia superficie y su estilo y edificación constituye un motivo estético para la ciudad, pues es mantenida continuamente en su más atractivo aspecto, prestándose a su cuidado una atención esmerada.
Dotada de los elementos más eficientes en maquinarias de venta de esencia, engrase, lubrificación, limpieza, etc., la estación de servicio "Y. P. F.", ha logrado en poco tiempo atraer una numerosa clientela, no sólo de Punta Alta sino de Puerto Belgrano y la zona.
El orden y la diligencia que en sus trabajos impera en la estación que nos ocupa, es resultado de las normas que impuso la dirección de la misma, normas que han sido eficazmente comprendidas y ejecutadas par un personal especializado y elegido, que cumple sus tareas con dedicación y entusiasmo.
De esta mancomunidad de esfuerzos ha derivado la confianza de los automovilistas hacia la estación "Y. P. F." y de ahí su cada día mayor ascendiente y clientela en nuestra ciudad, donde gran cantidad de coches consumen los productos nacionales de yacimientos Petrolíferos Fiscales.
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