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Señor Benito Antonio Porcelli

 

 

 

 

El señor Benito Antonio Porcelli y su esposa señora María Filippini.

 

 

Entre los negocios dedicados al ramo de joyería, relojería y óptica establecidos en Punta Alta, sobresale con relieves especiales el que posee el señor Porcelli en la calle Bernardo de Irigoyen 162.

 

La casa fue fundada por el señor Joaquín Porcelli, padre del actual dueño del negocio, y que es uno de los más antiguos pobladores de la zona. En efecto, don Joaquín llegó a Punta Alta como un obrero para trabajar a las órdenes del ingeniero Luiggi, desempeñó entre otros el puesto de maquinista de una de las máquinas excavadoras y dragadoras que abrieron los primeros cimientos de Puerto Belgrano.

 

Terminadas las obras del puerto militar, el señor Porcelli se quedó en el lugar, siendo de aquellos esforzados trabajadores que fundaron la ciudad de Punta Alta, donde antes no existía otra cosa que arena, matorrales y vizcachas. Como tantos otros de los primeros vecinos, prestó sus servicios especializados en la base naval durante largo tiempo, hasta que en el año 1933 se acogió a la jubilación.

 

 

Frente del local que ocupa la joyería y el instituto óptico.

 

 

Ya muchos años antes había fundado la casa que lleva su apellido, y que estaba destinada a ser engrandecida y ampliada por su hijo.

 

Este es uno de 1os vecinos nacidos en Punta Alta, habiendo visto la luz el día 14 de marzo de 1903 siendo su madre doña Nicolina de Martino.

 

El señor Benito Antonio Porcelli residió en Italia durante unos años, estudiando y perfeccionándose en los conocimientos del grabado, la óptica y la relojería, al lado de expertos artífices y cinceladores italianos.

 

Al regresar a Punta Alta, lo que ocurrió en el año 1922,.él señor Porcelli quedó al frente del negocio que ya había establecido poco antes su señor padre.

 

Espíritu de iniciativa y con los entusiasmos de la juventud, el señor Porcelli logró rodear a la casa de un bien ganado prestigio y hacerse de asidua clientela. Ya en el año 1930 el padre se retiró del negocio que desde entonces gira bajo el nombre del señor Benito Antonio Porcelli.

 

A partir de esta fecha se fueron introduciendo ampliaciones y agregados en el negocio, extendiendo cada vez más su radio de acción. Como se indica al principio de esta crónica, la "Casa Porcelli" se dedica a los ramos de joyería, relojería y óptica.

 

 

Un detalle del interior, con las modernas instalaciones.

 

 

El señor Porcelli tiene montado un taller para fabricación de joyas, ya que es un experto cincelador y además se dedica a compostura de toda clase de relojes. La seccón óptica que anexó a su establecimiento el Sr. Porcelli, es una de las más acreditadas de la localidad, y está a cargo directamente del propio dueño, ya que se trata de una actividad delicada y que exige en sus cultores la posesión de conocimientos adecuados.

 

El señor Porcelli contrajo matrimonio con doña María Filippini, también nacida en Punta Alta, e hija del matrimonio italiano constituido por don Santiago y doña Margarita De Poll.

 

Los hijos de nuestro biografiado, segunda generación nacida en Punta Alta, se llaman: Corina Margarita; Joaquín Francisco Pablo y Maria Cristina, y publicamos sus retratos en la galería infantil.

 

 


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